¡Hola a todos! Pasaba nuevamente para recordarles los puntos de venta de la novela. En este momento están en: Kalima (Durazno y Jackson, lugar donde se hizo la presentación), La Lupa (Bacacay 1328 bis, entre Peatonal Sarandí y Buenos Aires), Calandra Libros (aunque en este momento no le quedan más, pues ya se vendieron y queda reponer), y Papacito.
Con respecto a Papacito, recuerden que hay libros en sus dos sucursales. El martes pasado pasé por allí para ver si necesitaban más libros y me llevé la grata sorpresa de que en uno de los Papacito ya casi no le quedan libros (tan solo 2). En el otro, el que se encuentra frente a la Intendencia, todavía quedan 5 ejemplares, así que ¿qué esperan?, vayan y compren su propia copia de esta novela uruguaya tan diferente a otras de su género (aunque sigo negándome a colocar a mi novela en el género vampiros; creo que está más allá de eso, que habla más de otras cosas, que permite que los lectores, aunque no sean afines a los vampiros, disfruten de un buen tiempo de lectura).
Mi libro en la vidriera de Papacito frente a la Intendencia
Y más que nada, apoyen a una escritora en sus comienzos, a alguien que recién sale al mundo y que es joven. Tanto se nos critica a nosotros, pese a ser, en todo caso, víctimas de una mala educación (si los dichos fueran ciertos, algo que no creo), que sería bueno que nos apoyaran cuando hacemos algo por el mundo; y obviamente no hablo solo de mí, sino de todos aquellos jóvenes que hacen arte; que se arriesgan y crean su pequeña empresa de ropa, o de accesorios; que, como la gente de UniRadio, salen al aire todos los días en busca de un sueño. Todos aquellos que que buscan con su trabajo cambiar el mundo de diferentes formas. No se puede quejar después uno de lo que no apoyó...
¡Saludos a todos, y que estén bien!
P. d.: No quiero que crean que no estoy feliz con las repercusiones de mi trabajo, pero creía que, por tener este medio en mi poder, era hora de quebrar una lanza por todos aquellos que somos buenos, que luchamos, que trabajamos, que estudiamos, y que, le guste a quien le guste, SOMOS LA MAYORÍA. Por principio creo que ninguna persona mayor a 40 años debería quejarse de la "juventud", primero, porque deberían mirarse a ellos mismos y asegurarse de que no hayan hecho lo mismo cuando jóvenes, y segundo, porque en todo caso ellos son culpables de la mala educación de los más pequeños. Los menores de 40 y mayores a 25 tampoco deberían quejarse... ustedes SON jóvenes, y escupir hacia arriba es siempre contraproducente. Ahora sí, creo que he dicho todo lo que debería, ¡mente positiva! y a luchar por los buenos en lugar de luchar contra los malos, porque, al fin y al cabo, lo uno trae lo otro.
