Sobre la novela y su lectura

He decidido que dado que internet es una herramienta masiva de comunicación, utilizaré este blog para hacerles llegar los primeros capítulos de la novela. Les aviso que no podré muchos, la idea es que haya una reacción (a mi me convendría favorable claro, =P, pero sea cual sea la reacción la aceptaré), y que la misma ayude a algunos editores con los que me he comunicado (si a mandar incesantes mails se puede llamar comunicación) puedan entrar al sitio y ver como ustedes, los lectores, se plantan ante mi novela. Asumo que, si la reacción es favorable, eso hará que tengan una mayor inclinación a aceptar al menos leer la novela completa, y de ahí veremos. Por ahora voy a dejar colocados el prólogo y el primer capítulo de "Vampyra", de acuerdo a sus comentarios y reacciones veré qué más puedo ir subiendo. Los voy a colocar en páginas separadas, así que pueden acceder a ellos en la parte superior de a pantalla. Les pido por favor, dejen su comentario al final, todavía no sé si las páginas permiten colocar la votación que esta misma entrada tiene de: interesante, horrible, etc; de encontrarlo de seguro lo pondré en las páginas para que den su opinión de los caps, pero por ahora les pido por favor coloquen su impresión en comentarios.

Aprovecho también para repetir, si no le he dicho en alguna parte del blog, que tengo los derechos de toda la novela, por lo tanto es de mi propiedad. No es que piense que alguien la tomaría, sería profundamente desleal, pero por si acaso nunca está de más atajarse =P.

Pero como "Vampyra" no empieza por el prólogo, les dejaré aquí el extracto iniciador de la novela (también lo colocaré en el prólogo, por si alguna vez se pierde esta entrada entre otras nuevas).

 

“Y el fuego tomó mi cuerpo desde lo más bajo, y el viento rozó mis heridas palpitantes. Todo dolía. No existía nada más allá del dolor. Dolía el ser y dolía el será. No había consuelo para aquella hora maldita. Excepto quizá la terminación total de las penas, no habría otra salida. Y entonces morí, cuando ya más nada quedaba en mi cuerpo sin sentirse. Pero la muerte, al principio fría, calma y perfecta, no es para todos los que caemos. Algunos no somos bienvenidos siquiera a esa clase de descanso final. Y justo en el momento en que creí que ya no existía el sufrimiento, mi consciencia regresó entre tinieblas abrasantes y yo volví a existir. Sólo que no era exactamente yo...Era Vampyra, y eso simplemente estaba mal...Por ende, nada podía sentirse mejor.”